Comprobando las Especificaciones de los Prismáticos

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COMPROBANDO LAS ESPECIFICACIONES DE LOS PRISMATICOS


Dos prismáticos en apariencia iguales pueden diferir mucho de precio. Tanto como cinco o incluso diez veces más uno que otro.

Los dos pueden tener las mismas especificaciones: 7×50, 8×40 o 15×70, por ejemplo, y en teoría deberían dar un rendimiento igual pero sabemos que esto no es cierto. Este es un hecho que al neófito le suele sorprender pero que los iniciados conocen bien. Como en todo.. ¡hay calidades!. Pasa lo mismo cuando uno se compra un coche, una bicicleta o incluso una camisa. En realidad es fácil de entender, cosas como la precisión de la mecánica, los materiales y acabados, los tratamientos de la óptica e incluso el diseño y la marca influyen en eso. Pero hay algo más.

Los entusiastas del mundo de los binoculares sabemos que las características que determinan las capacidades del binocular, aun grabadas en el cuerpo del instrumento, no se cumplen siempre. De hecho podría considerarse en algunos casos un fraude. No parece que los consumidores podamos hacer mucho al respecto pero por lo menos podemos averiguar si nos han vendido lo que queríamos o no. Podemos medir estas especificaciones sin dificultad. Veámoslo.

 

ESPECIFICACIONES

Todos los prismáticos están marcados en el cuerpo por un número, luego una letra “x” y esta seguida de otro número. Son las características principales por las que el usuario se guía al comprarlos aunque no las únicas importantes. Por tanto, un prismático de 10×50, por ejemplo, indica que el objetivo es de 50 mm y el aumento es 10. Pero hay otra característica óptica que no viene nunca escrita,  que es la pupila de salida, y que nos determina la luminosidad de la imagen con el binocular.

Vamos a ver que significan realmente y cómo podemos medirlas.

DIAMETRO DEL OBJETIVO (DO): es el diámetro de la lente o grupo de lentes principales por donde entra la luz al instrumento. Es fácil de medir directamente. Cuanto mayor sea este mayor luz capta el instrumento. En astronomía influye directamente en la magnitud límite estelar que podemos alcanzar a ver. En nuestro ejemplo anterior serían 50 mm.

PUPILA DE ENTRADA (PE): es el diámetro del objetivo que aprovecha realmente el prismático. Debería ser igual al DO pero puede no serlo porque haya interferencia en el haz de luz, bien  por un mal diseño en los bafles o bien en los prismas. En el ejemplo deberían de ser 50 mm también.

PUPILA DE SALIDA (PS): es el diámetro del haz de luz que sale del prismático hacia nuestro ojo y que depende del de entrada y del aumento (X). Se puede calcular a través de esta simple formula: PS= PE/X. Su importancia radica en que nos indica la luminosidad de la imagen (amén de los tratamientos ópticos) para objetos extensos, la luminosidad en la contemplación de un paisaje terrestre, en la de un ave, o en astronomía, en la de una galaxia, una nebulosa planetaria o un cometa por ejemplo. En nuestro ejemplo, y aplicando la anterior formula serían 50/10= 5 mm.

AUMENTO (X): este número nos dice las veces que vemos más grande el objeto a través del instrumento que sin él. Siguiendo con el mismo ejemplo el aumento sería de 10 veces. No hay que olvidar que a mayor aumento menor PS tendremos y la imagen será,  por tanto, más grande pero menos luminosa. Aunque el aumento viene indicado siempre en el instrumento, se puede obtener también desde la misma fórmula: X=PE/PS midiendo previamente las PE y PS.

Pasemos a ver entonces como medir y comprobar estas especificaciones en la práctica.

 

METODO

La forma de hacer las medidas es fácil y sencilla. No se necesita más que una linterna, una hoja de papel milimetrado o una regla de andar por casa y un poco de cuidado. Puede parecer algo rudimentaria la técnica, y en parte lo es, pero ésta se puede afinar y también mejorar el instrumental empleado, por ejemplo, ayudándonos de un trípode, de una regla sofisticada, de una lupa, de una foto y un programa de imágenes, etc… Con esto se reducirán los errores de medida, que los hay, pero es suficiente con hacer lo que voy a explicar.

Fig. 1: Montaje para medir la PE

 

Para medir la PE hay que fijar el prismático en un trípode o colocarlo simplemente en una mesa y poner un soporte con una hoja milimetrada, o una regla, cercana al objetivo  y paralelo a este. Dos o tres centímetros de separación sólo son suficientes para poder ver la imagen y tomar la medida de ella (Fig. 1). La idea es que cuando salga la luz desde el objetivo no tenga “tiempo” de converger o divergir apenas. Nos puede valer también la pantalla del ordenador que incluso se puede configurar con una hoja de Excel personalizada y eliminar el papel milimetrado o la regla. La imagen se puede ver entonces directamente sobre la pantalla y medir el tamaño. Es posible incluso poner la regla encima de la pantalla para medir más fácilmente. En el otro extremo debemos tener la linterna para introducir la luz por el ocular. Esta debe ser potente y con el haz lo menos divergente posible, no son buenas las que expanden la luz. Hay que asegurarse de que el haz de luz entra paralelo. Suelo usar una luz para bicicleta desmontable con 5 leds potentes que saca un haz bastante recto y dirigido. Hay que alejar la linterna lo suficiente del ocular para asegurar más aun el paralelismo del haz a la entrada, como si realmente viniera del infinito, de esta forma saldrá lo más paralela posible también por el objetivo. Si no fuera así podríamos medir una PE mayor o menor de la real. Otro detalle importante es que debemos tener el binocular enfocado al infinito antes de empezar. Lo haremos mirando un objeto lejano  y con nuestras gafas de lejos puestas si somos usuario de ellas, con esto es suficiente para asegurarlo.

Fig. 2: Montaje para medir la PS (Zeiss Dialyt 8×30)

 

La medida de la PS se hace midiendo directamente el haz de luz que sale del ocular a partir del que entra por el objetivo. Para ello hay que poner el prismático (enfocado a infinito antes como se ha dicho) mirando al cielo, a una pared blanca o a la pantalla del ordenador por ejemplo (Fig. 2). Con cuidado, acercando la regla, ayudándonos de una lupa o de la foto macro del móvil podemos medirla con un margen de error menor  al cuarto de milímetro. Hay que tener cuidado con el paralaje al hacerla. Una forma de evitarlo es mirarla separándonos un poco, con los dos ojos a la vez, y medir la imagen tridimensional que forma nuestro cerebro fusionando la de cada ojo. La medida es más crítica en PS pequeñas, de 2-3 mm, porque el porcentaje de error que vamos a cometer es más grande que para las pupilas mayores. Para una pupila de 2 mm el margen de error (aceptando 0,25 mm) podría llegar a ser de 1/8, o sea un 12% mientras que en una de 6mm sería solo de un 4%.

 

RESULTADOS Y CONCLUSIONES

En la Tabla 1 se pueden ver todas las medidas hechas para los binoculares, y algún que otro monocular, que poseo o he tenido la oportunidad de probar en los últimos años. El error aceptado en las medidas ha sido de +/- 1 mm para la PE y +/- 0,25 mm para la PS aunque la precisión conseguida muchas veces ha sido bastante mejor que estos valores.

Lo primero que llama la atención es que de los veintiún instrumentos medidos solo cuatro dan una medida de la PE ligeramente mayor de la nominal (destacadas en verde) y tres de ellas son de la marca Zeiss (la otra es Zomz rusa) una de las top mundiales. Esto no puede ser casualidad y nos indica que el método, aun con sus imprecisiones, funciona. Hay que destacar que dos de estos modelos como el Dialyt 8×30, puro vintage, o el Jenoptem 10×50 están fabricados en la década de los 60 y 80 respectivamente (Fig. 3). Marcas de gama alta como Fujinon o Kowa también cumplen, aunque este último de forma más justa. Los modelos de fabricación antigua rusa, de gama media-alta en su día, como el Zomz 16×50 o el Kronos 20×60, muy apreciados en el mercado de segunda mano todavía, cumplen perfectamente también con lo que marcan (el 16×50 holgadamente).

Fig. 3: Medida de la PE del Jenoptem 10×50 (50 mm holgados)

 

Entrando ya en la zona de gama media, que no baja, tenemos a los Celestron 20×80 Giant DLX y Giant 11×80 de la década de los 90 que son “Made in Japan” (fabricados en realidad por Vixen) donde a pesar de su calidad óptica y mecánica empezamos a tener sorpresas. Ninguno de los dos tiene una pupila de entrada igual al diámetro de su objetivo, proporcionan solo 74,4 y 76 mm respectivamente (Fig. 4). Por otro lado el Bushnell 5×25 Xtra Wide (cuya producción fue breve), que es una delicia de usar por sus 11º de campo real, parece que lo hace en parte a base de un aumento menor del debido. Cumple muy justamente con la PE (24,6 medido en lugar de 25 mm) pero tiene una PS mayor de lo normal (5,4 mm) lo que indica un aumento algo por debajo del especificado, 4,5X en lugar de 5X (Fig. 5). Algo similar pero en mayor proporción ocurre con el Seeadler Jagermeister de 8×30, otro vintage alemán de los años 70 (heredados de mi abuela paterna y con los que empecé a mirar el cielo hace 40 años), con un aumento medido de 7,1X, un 11% menor de lo indicado, que le ayudan a alcanzar esos placenteros 8,5º de campo real.

Fig. 4: Medida de la PE del Celestron Giant DLX 20×80 (lejos de los 80 mm nominales)

 

Fig. 5: Medida de la PS del Bushnell 5×25 (algo mayor que la teórica 5 mm)

 

  Nos vamos ya a la parte baja de la clasificación donde encontramos modelos de marcas económicas como Bresser, S&C, Konus, o la famosa serie Sky Master de Celestron. Ninguna de estas marcas cumple lo que promete. El 15×70 Sky Master, uno de los prismáticos más vendidos para astronomía en los últimos años por el gran diámetro de sus objetivos unido a su atractivo precio, proporciona una PE de solo 64 mm, un 9% menor, esto supone un 16% menos de luz de lo que debería dar su objetivo de 70 mm. Pasando a los otros dos modelos, el S&C 7×50 (hoy puede encontrase idéntico como B&C) o el Bresser 10×50  (vendido años atrás como oferta en el hipermercado Lidl) dan no llega a 43 y 41 mm de PE respectivamente (fig. 6 y 7). Esto es ya un diámetro efectivo sobre un 15% y 19% menor de lo anunciado y una pérdida de luz del 27% y 34% respectivamente. Si miramos también a los dos modelos de Konus, tanto el Zoom 8-24×50 (medido con aumento puesto a 8X y 20X) como el Konusvue 7×50 nos encontramos con algo similar. Los dos modelos dan para la PE valores máximos de 42 y 42,5 mm resultando una disminución de luz de casi un 30%. El Zoom además proporciona un 10% y 20% más del aumento indicado en las dos posiciones medidas. Estos dos hechos sumados determinan una imagen bastante menos luminosa de lo esperable.

Fig. 6: Medida de la PE del S&C 7×50 (bastante menor que los 50 mm teóricos)

 

En el caso del Konusvue, por ejemplo, estaríamos usando un prismático de 7×50 que en realidad rinde como si fuera, más o menos, un 7×43. Haciendo una analogía es como si hubiéramos comprado un coche, aunque fuera de gama económica, para el que el fabricante da un valor de potencia de 100 CV, por decir un número,  y en la práctica el motor solo es capaz de proporcionar unos 70 CV.

Fig. 7: Medida de la PE del Bresser 10×50 (entorno a los 40 mm)

 

Después de todo lo expuesto, cabría preguntarse: ¿por qué pasa esto?, ¿puede considerarse un fraude? La causa normalmente  es un diseño con las dimensiones de los prismas demasiado pequeños. Esto es un ahorro en los costes para el fabricante porque los prismas pequeños cuestan menos que los grandes. Además del ahorro, de esta forma se consigue tener un instrumento más ligero y manejable lo que gusta normalmente al comprador. Por otro lado, es evidente también, que al fabricante del prismático le sería también más barato fabricarlo con un objetivo de 43 mm que con uno de 50, lo que también daría como resultado un binocular más compacto y con menor peso todavía. ¿Por qué no lo hace entonces así?, ¿por qué no fabrica un 7×43 en lugar de un 7×50 que rinde como un 7×43? La única respuesta que se me ocurre es porque no lo vendería igual.

Fig. 8: Comparación de las  PS del Bresser 10×50 y Jenoptem 10×50 (teóricamente iguales)

 

Haciendo para concluir un análisis del total de medidas como se puede ver en la última columna y en la parte inferior de la tabla, y admitiendo una desviación máxima del 5%, exactamente un tercio de los instrumentos no cumplen con ellas (33% en rojo) y algunos, ocho en concreto, lo hacen muy justamente y con permiso del margen de error asumido en la medición (38% en naranja). Entre la otra parte que sí cumple perfecta u holgadamente (29% en verde) encontramos seis instrumentos, los cuatro modelos de Zeiss, el Fujinon y el ruso Zomz. Blanco y en botella…

Visto lo visto, y mientras esto no cambie, los compradores podemos, procediendo de esta forma que hemos visto, averiguar y transmitir a los demás que modelos o marcas no cumplen como deberían en su fabricación. Esto limitaría las ventas de los modelos en cuestión, favoreciendo a los fabricantes que sí cumplen, haciendo que el mercado se autorregule  de alguna manera a favor de la exigencia y la calidad.

Tabla 1: Resumen de medidas y resultados: en fondo azul oscuro los modelos comprobados, en naranja las especificaciones teóricas según el fabricante, en azul claro las especificaciones medidas (en verde las PE superiores a la teórica), en amarillo la desviación hallada entre ellas. En la última columna el cumplimiento (desviación inferior al 5%) o no (desviación superior al 5%) de aquellas, en naranja los que cumplen con el beneplácito del error de medida. Los totales están abajo.

 

Hazme llegar tus opiniones o medidas.

Autor: Valentín Díaz (vdparreno@gmail.com)

El autor pertenece a las asociaciones  Astrogeda de Elche,  AARM de Murcia y al grupo observadores-cometas@groups.io

AstroGEDA
Agrupación Astronómica de Elche
http://astrogeda.es