Nebulosa de La Lechuza (o de El Buho)
Constelación: Osa Mayor – Distancia: ∼2.600 años luz
Magnitud aparente: 9,9 – Tamaño: 3,4′ x 3,3′ de arco
Época de observación: Circumpolar
INSTRUMENTO: Refractor 150/750 con ocular Plössl 17 sobre montura ecuatorial
EL OBJETO:
Se trata de una nebulosa planetaria, es decir, una nebulosa producida por el desprendimiento de las capas altas de estrellas tipo Sol. En el centro queda una enana blanca y todos los gases creados por la combustión propia de la estrella, envuelven a la enana (de 0,7 masas solares en este caso) generando una ‘esfera’ de material. Si hubiera algún proceso dinámico en el desarrollo de la creación de la nebulosa, ésta obtendría otra forma distinta. En el caso de esta nebulosa nos encontramos con dos zonas pobres en material, que le dan la forma a los ‘ojos del buho’ mientras que el resto de la nebulosa es menos ionizada que los bordes de ésta, que definen su entorno. Para darnos una idea de la cantidad de material que ha expulsado la estrella original, la masa total de la nebulosa se estima en 0,15 masas solares.
A PIE DE TELESCOPIO:
Si digo que su localización y su observación es fácil, miento. Su magnitud de 9,9 nos indica que se requieren cielos limpios para su observación, pero el tamaño nos dice que es ‘de buen ver’. Si cogemos a Merak y trazamos una línea hasta llegar a Phecda, la dividimos en tres. En ese primer tercio a unos dos grados al Sur de esta línea, nos encontraremos con el objeto. Se dice pronto, pero requiere un poquito de paciencia.
Como he comentado, su localización requiere cielos limpios, su magnitud es elevada pero el objeto tiene un buen tamaño y es observable hasta con prismáticos de talla mediana: 15×70 o 20×80, incluso con unos 10×50, pero como un pequeño ‘borroncillo’. Su observación con telescopio es distinta, comenzamos con bajos aumentos para buscar la nebulosa, pero nos encontramos que en el mismo campo nos podemos encontrar con la galaxia M108 de la que hablaremos en la próximamente. Cuando centramos el objeto ya pasamos a aumentos mayores, yo siempre con aumentos medios, aunque con el equipo con el que lo observé, un simple Plössl de 17 iba muy bien. No distinguía ‘los ojos’ porque requería un cielo algo más oscuro, pero con el 200 de un compañero si se le sacaban como dos ‘pronunciaciones’ en el interior. Es una nebulosa curiosa y bonita, además de ser un reto por la dificultad de verle ‘los ojos’ al buho.
Observación realizada por Victoriano Canales Cerdá